En un desayuno informativo en Servimedia, Casado lamentó que la orden ministerial que apostaba por buscar para los militares con discapacidad desempeños acordes a su situación sin perder el vínculo con su unidad "se quedó a medio camino", puesto que se limita en la práctica a que estas personas puedan vestir el uniforme en actos simbólicos u ocasionales, en lugar de poder seguir ganándose la vida en el campo para el que se han preparado y pueden seguir siendo útiles.

 

Para Casado, el militar con discapacidad no es "un militar de segunda" y se le pueden buscar puestos adecuados a su situación. "No es complicado hacerlo", enfatizó. Según dijo, igual que la sociedad busca cada vez más alternativas para las personas con discapacidad, las Fuerzas Armadas deben hacerlo también. 

 

El secretario general de AUME se mostró esperanzado con que la Asociación de Militares y Guardias Civiles con Discapacidad (Acime) vaya a comparecer una vez al año en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, donde además se comprometió a que AUME será portavoz de todas las reivindicaciones de este colectivo. "No pedimos caridad, pedimos derechos", puntualizó, llamando, eso sí, a "mantener activa la reivindicación" para que no caiga en el olvido.

 

Casado se congratuló de que el CERMI tenga la capacidad de "aportar doctrina" y de proponer soluciones concretas a los problemas, como ha acreditado en otros campos, y confió en que con su inspiración se pueda abordar un desarrollo normativo que, por ejemplo, adapte las pruebas físicas del ejército a los militares con discapacidad y los aptos con limitaciones, que sólo por tener un problema de cojera no han quedado impedidos para realizar otro gran número de funciones en las Fuerzas Armadas.

 

El secretario general de AUME dijo que le consta que la subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud, tiene "una gran sensibilidad" hacia los problemas de las personas con discapacidad, como acreditó al mediar personalmente para que militares de Acime participaran en el desfile del pasado 12 de octubre, una presencia por la que Casado "siempre apostaría" como reconocimiento al papel de quienes han adquirido una discapacidad en acto de servicio.